CINE
- LOS EUROPEOS – Dir. Victor Garcia León – Prod: ApacheFilms / Personaje: Vicenta
- TOC-TOC – Dir. Vicent Villanueva / Personaje: Rocío
- ZIPI Y ZAPE Y LA ISLA DEL CAPITÁN – Dir. Óskar Santos / Personaje: Madre
- LA CORONA PARTIDA – Dir. Jordi Frades / Personaje: Juana de Aragón
- DESDE LAS SOMBRAS (cortometraje) – Dir. Jorge Calvo / Personaje: Adela
- CAMBIO (cortometraje) – Dir.Daniel Romero / Personaje: Ana
- MOLAR MANUEL (cortometraje) – Dir. Guillermo Guerrero / PREMIO Mejor personaje femenino Notodofilmsfest. Mejor actriz en el FIBABC
- AHORA ES CUANDO ME BESAS – Dir. Ángeles Maeso / Personaje: Hija
- ME DAS FUEGO (cortometraje) – Dir. Elena de Torres / Personaje: Chica
- ESPERPENTOS – Dir.José Luis García Sanchéz / Personajes: Galopín, Manolita, Maruja Mallo, Dolores Almadén, Reporter, Vendedor de periódicos, niña de la rifa
- MIGUEL Y WILLIAM – Dir.Inés París / Personaje: Juana
- DIARIO DE UN DESAMOR (cortometraje) – Dir. Patricia Campos / Personaje: Desidia
- PEOR IMPOSIBLE – Dir. David Blanco y José Semprúm / Personaje: Carlota
- BUÑUEL Y LA MESA DEL REY SALOMÓN – Dir. Carlos Saura / Personaje: Monja joven
ASÍ ME VE
“Mi amor por Carolina Lapausa”
Conocí a Carolina durante el rodaje de la primera temporada de La Señora. En ese momento interpretaba el pequeño papel de una de las amigas de Victoria Márquez (Adriana Ugarte). Era un personaje con pocas secuencias y sin una continuidad clara en la serie. Pero ya en la primera escena que grabé con Carolina (un encuentro con el hermano de Victoria) me di cuenta de que, detrás de aquella chica aparentemente pequeñita, frágil y poca cosita, había una persona inmensa y un pedazo de actriz a la que no podíamos dejar escapar.
Así, haciendo justicia, su personaje creció y creció hasta convertirse en Isabelita, la mujer de Hugo de Viana (Raúl Peña), un personaje imprescindible en La Señora. Recuerdo el “Sí, quiero” que le dice Isabelita a Hugo en el interior de la Iglesia de Sepúlveda en un capítulo dirigido por Salvador García Ruiz, como uno de los momentos más tiernos de la primera temporada.
Su personaje fue creciendo más y más en las siguientes temporadas. Pero, sobre todo, quien creció fue Carolina. No quiero decir que aprendiera en la serie ni mucho menos, sino que tuvo el espacio para mostrar su gran talento interpretativo en las diversas facetas que le ofrecía su personaje. Trabajo por el que, muy justamente, fue nominada por la Unión de Actores.
Actriz incansable, intuitiva, divertida, emocional… Pocas veces en mi trayectoria como director he podido ser testigo de cómo una persona se crece ante la cámara de tal modo… En belleza, madurez, profundidad… Me enamoró la fuerza que surgía de su interior, su seguridad, su rotundidad. Tanto en las escenas de comedia como en las de drama, Carolina siempre estaba sobresaliente.
Una ACTRIZ de pies a cabeza, con un poder dramático comparable a Ana Magnani, Sofía Loren o Penélope Cruz… Muchas veces se lo decía al terminar una escena: “¿¿¿Como puedes crecer ante la cámara de ese modo? ¿Hacerte tan grande?!!!!!!!
Y ella se reía como un ratoncito quitándole importancia a mis comentarios con su característica humildad.
Posteriormente tuve la suerte de volver a coincidir con ella en “14 de Abril, La República”, donde volvió a demostrar sus aptitudes enfrentándose a la madurez de Isabelita. Evidentemente volvió a estar soberbia.
La última vez que nos encontramos fue en una prueba para el personaje de La Latina en Isabel. Los castings siempre son difíciles para los actores, fríos. Pero Carolina nos regaló otro recital de su enorme talento. Hizo una prueba magnífica. Con tal entrega, que al despedirme de ella y abrazarla se me saltaban las lágrimas. Al igual que al volver a ver su prueba días después en la oficina. Me volvió a emocionar.
No la elegí porque el personaje quedó muy pequeño en el guión final y pensé que era poca cosa para ella. Era poca cosa para una actriz que se merece las cosas más grandes que se le puedan ofrecer. Sin duda Carolina Lapausa llegará muy lejos. O al menos sería de justicia que así fuera. Por mi parte estoy deseando tener la suerte de volver a trabajar con ella en la primera oportunidad que se me presente. Poco inteligente sería yo de dejarla escapar, como poco inteligentes serán todos los que lo hagan.